¿Y si tenemos una cita? La cita es un encuentro, y en el encuentro se recrea el vínculo. Solo crecemos en el vínculo hacia otros. La vida es vínculo, la vida es encuentro.

Cuando nacemos somos energía pura, y nos vamos fragmentando, porque nos identificamos con algunas partes para poder adaptarnos y sentir la pertenencia al núcleo familiar en el cual nacemos. Es un proceso natural, necesitamos sentirnos amados y protegidos para poder crecer. Nuestro “yo” lo necesita.
Y en el transcurrir de la vida, se nos van presentando situaciones que, si las miramos con un poco de perspectiva, empezamos a observar que siempre son las mismas con otro color, con otros actores; que nos remiten a un aprendizaje cada vez más profundo, para así conocer más sobre nosotros mismos.
Solo en nuevos “haceres”, nos constituimos en nuevos seres.
La invitación es volver a pensarnos, ¿somos quién queremos ser? Y a partir de allí comenzar el camino del encuentro hacia nosotros mismos, para poder volver a integrar aquellas partes que dejamos afuera.
Estela Pirra